El tratamiento con implantes es muy conservador con los tejidos orales.
Se debe realizar una pequeña intervención siguiendo
unas estrictas pautas asépticas. Separando ligeramente la encía
se practica una preparación del hueso para recibir un implante
autoroscante.
No hay molestias durante el tratamiento, ya que se realizan bajo anestesia
local y en muchos casos con sedación. El postoperatorio suele
ser similar al de la extracción de un diente.
En los casos mas avanzados o en los cuales es necesario regenerar
el hueso perdido, es frecuente observar algo de inflamación,
que remite en 2 o 3 días.
En todos los casos, las molestias postoperatorias se controlan perfectamente
con analgésicos y antiinflamatorios por vía oral.